Page 27 - Libro De Historias Comics 9no y 10mo
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Mi abuela sigue contando y yo puedo ver lo La historia ignorada por el resto -según contó
que sigue después. Puedo ver a la virgen con mi abuela ese día- es que la virgen, apresada en
su velo flotando entre las bancas, con rosales una trampa del diablo, se marchó con su velo en
en la mano y un pañuelo para no seguir con las un eterno llanto, mientras los gritos del hombre
lágrimas, buscando y pidiendo ante un demonio con quien comparto sangre retumbaban frente
la salvación de Eulogio. al calvario, allá donde penan los pecadores que
— Y le preguntó la virgen diciendo: ¿cómo entregaron su alma al diablo a cambio de dinero.
te llamas? Y él le dijo “Legión”, porque muchos
demonios habían entrado en él. De pronto se <<Así que hacedlo y os daréis cuenta, que nos
oyen las voces en sintonía de toque barítono, sois muy distintos a ellos, a los pecadores. A los
mofándose del perdón ante el claro ganador. demonios. Ni al elegido por Baphomet>>
Así que postrado frente a ella un hombre
en peligro de perder su alma corrompida — En la noche aún se pueden escuchar aquí
es iluminado bajo la luz del Señor, por los gritos y cómo las almas en pena cantan las
arrepentimiento sus pecados han sido olvidados y desgracias de aquel hombre —menciona Elena,
su egoísmo también bajo la hipocresía que narra acalorada por la historia que acaba de contar.
la religión, como si el daño hecho nunca hubiera Y ahora, en un aire de misterio sonríe divertida
existido bajo un falso perdón. Pero el diablo no y se acerca a mí, al son de contar un secreto. De su
se queda callado: bolsillo saca dos diamantes, brillantes y preciosos,
y me los muestra.
<<Despojado de mis prendas, de mi piel,
de mis ojos y mis labios, arrancadme la vida. — Bienaventurado sea el varón, por cambiar
Pero nunca podréis quitarme a mis demonios, sus ojos por diamantes y no poder ver cómo sus
ni siquiera en tu propia santidad, Almudena, conquistas arden en el infierno, por buscar perdón
porque es el elegido por Baphomet. Así que y no ser escuchado, no pudo llenar el vacío que
hacedlo, dadle perdón al pecador. Dadle el dejó su alma.
perdón pues también lo harás conmigo y con mis Así que júralo, niña, jura nunca quitar tus ojos
demonios dentro suyo. Hacedlo y me darás un de él cuando lo encuentres de noche.
paso al cielo>> Y así nunca pertenecerle.
Foto: Lucia Estremadoyro MALAYERBA 27