Page 26 - Libro De Historias Comics 9no y 10mo
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sabes los pecadores que aquí descansan —me La voz de Elena suena imperturbable mientras Foto: Urpi Vega
dijo, mientras dejaba flores en el nicho de Eulogio narra. El camino hasta el calvario, según dice, se
y lo cerraba con candado. hacía más estrecho y largo, no se veía la punta
Entonces mi abuela comenzó una historia que de las montañas o las cruces que indicaran el
no puedo olvidar hasta el día de hoy: sacrificio que Eulogio hizo; entregar su alma por
— Era de noche, cuando los susurros de las almas avaricia. Y entonces las almas murmuran:
comienzan, y un hombre en un fino terno negro
camina con elegancia entre los pocos mausoleos. “Júralo, júralo por la furia de Leviatán.
Los ojos de Elena se oscurecen y comienza Jura que no apartarás la mirada hasta que su
ahora a imitar las melodiosas voces de almas fuego te consuma por completo”.
que penan:
“Míralo ahí viene él. — Mientras sus bolsillos pesan por el oro, la
Tan coqueto como siempre”. maldición arde por sus gritos de dolor, mientras
el diablo, aquel de negro, le saca los ojos y pone
Elena toma una pausa y la historia cambia, diamantes en su lugar, porque ha deseado tener
porque ahora puedo imaginar a Eulogio viendo las mayores riquezas pero jamás podrá verlas
a ese hombre de negro y siento que ambas, mi en carne propia. Las almas comienzan a reírse
abuela y yo, estamos dentro de la historia. Se de la desgracia del hombre. Porque ha querido
siente frío mientras ella canta: arrepentirse y ha volteado la mirada.
Elena toma una pausa y el tono de su voz vuelve
“Con esa mirada que busca sostener tu alma a bajar hasta convertirse en simples susurros:
y hacerla suya, atraerte a él para abrazarte — Escucha bien, niña, bajo tus pies se esconden
y llevarte hacia los infiernos, míralo, míralo; cadáveres de almas pecadoras. Bajo su trono
susurrando cosas al oído de un hombre de poca hecho de piel y huesos, se esconde el esposo del
fe, sonriendo tan despiadadamente al verlo caer diablo, el bienaventurado, porque una vez que
en la tentación. Aún si el miedo te consume, no el diablo se haya encariñado con él, recibirá la
apartes nunca la mirada...” corona de espinas de la vida que su señor ha
prometido a los que manipula.
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