Page 22 - Libro De Historias Comics 9no y 10mo
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Padre nuestro que estás en el cielo…” Eso era  maldad.  Si la tocan les podría  transmitir esa
                 lo único que pensaba, mientras avanzábamos  sensación de miedo y debilidad, de ir perdiendo
             “a oscuras por un pasillo de tumbas. Un monje  el control, señores —decía el monje.
             Bethlemita guiaba nuestros pasos y aseguraba
             que esa noche sería especial, que esa noche          Nadie en el grupo se atrevió a tocarla, mucho
             elegiría a un alma de entre nosotros. Yo no estaba  menos yo. Iba adelante. Alejarme del resto
             escuchando realmente, me sentía ausente, y solo  era lo último que quería hacer esa noche. Si lo
             pensaba una cosa: tomar la mano de Hannah,  hacía -pensaba- mi alma quedaría ahí, perdida,
             mi compañera, y salir pronto de ahí.               pidiendo a gritos auxilio para poder escapar.

               Eran casi las 9:30 de la noche y una de las lluvias   Continuamos el recorrido,  esta vez por otro
             más intensas de octubre caía sobre nosotros.  pabellón.
             Acabamos  de empezar el tour nocturno en el               — Muchos taxistas vienen a reclamar,
             Cementerio de La  Almudena, el más antiguo  muchos se paran en esta puerta y salen corriendo
             de Cusco, y unas mujeres vestidas de negro ya se  asustados —comenzó a contar nuestro guía.
             acercan con velas encendidas en las manos.           De pronto, una mujer  de blanco hizo su
                                                                aparición delante de nosotros.  Gritaba,
               — Todo estará bien mientras no se queden atrás.  caminaba en círculos, desesperada… aparecía y
             No escuchen al hombre de negro que podría  desaparecía de entre las tumbas buscando algo
             aparecer        pidiéndoles                                             o a alguien.
             compañía. No caigan —
             nos decía el monje Miguel                                                 — Es María Velasco.
             Medina,  quien esta noche                                               Ella  murió cuando tenía
             “ha vuelto a la vida” y es                                              solo   16   años.   Estaba
             quien mandó a construir                                                 muy enamorada  de un
             el camposanto allá por el                                               jovencito,    aparentaban
             año 1850.                                                               ser  felices,  pero él la
                                                                                     abandonó. Desde entonces
               Mientras él  decía  esas                                              María Velasco comenzó a
             palabras,  algo  más llamó                                              ir a las discotecas de Cusco
             mi atención: una calavera real estaba colgada  todas  las  noches, hasta que un día  murió —
             en lo más alto de la fachada de La Almudena. Y  proseguía el monje.
             no es un elemento de “utilería” de este recorrido.
                                                                  Lo  extraño  es que ahora  parece que María
               — Ella es mi compañera, hablo con ella todas  sigue haciendo lo  mismo incluso después de la
             las noches —nos decía el monje, como si leyera  muerte.
             mis pensamientos. Me sentí un poco desesperada,
             deseaba no entrar ahí, pero había que seguir.        Los taxistas de la zona cuentan  que una
                                                                jovencita se sube y pide ir al cementerio, pero
               Empapados por la lluvia, fuimos directamente  al  llegar  paga  con monedas antiguas y luego
             a la parte  más  antigua del cementerio.  Podía  desaparece. Los conductores,  asustados, van a
             sentirlo, el ambiente estaba cargada  y un  preguntar a los trabajadores del cementerio, y
             escalofrío recorría mi cuerpo. Una tumba grande,  ellos solo pueden responder con una explicación:
             la más grande que había visto, se llevaba todas  la leyenda de La Almudena.
             las miradas. Velas negras derretidas, pétalos de
             flores y dulces se veían amontonadas sobre ella.     Entre  tumbas,  cruces,  ángeles de mármol y
             Pero había algo más: una extraña inscripción de  muchas  historias de misterio que  alberga el
             letras y cruces se veían dibujadas sobre la piedra.  camposanto, seguimos el recorrido. No sabemos
                                                                si todo lo que se dijo aquí es verdad, pero lo cierto
               — No la toquen, no se atrevan, esta es una de  es que esta noche no fue una noche para dormir
             las tumbas más peligrosas y cargada de mucha  en paz.




           22 MALAYERBA
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