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CUENTO




                 razo un palito más en esa larga pared, miro    De pronto escuché cómo la puerta se cerraba
                 la primera línea que dibujé, y me viene a  con fuerza detrás de mí y vi una sombra  que
           Tla mente ese horrible olor a gasolina, luego  salía corriendo de allí. Me acerqué a la perilla y
           ese fuego insaciable  que arrasaba  con todo.  no pude abrirla, estaba cerrada.
           Vuelvo a la realidad y escucho esa espantosa voz
           ronca que me llama.                                  Una broma, una muy pesada broma, o por lo
                                                              menos eso parecía. Después de todo, quién no
             Bajo un piso y me preparo para la rutina de  quisiera hacerle eso a Emma, esa estúpida chica
           siempre: darle el desayuno, limpiar, volver a mi  que siempre se la pasaba estudiando. Emma…
           cuarto, la soga en la garganta, sangre y… Corro a  qué horrible nombre, nunca me gustó.
           mi cuarto después de esa jornada y me vuelven
           los recuerdos otra vez.                              Mi nariz sintió un horrible aroma a gasolina y
                                                              luego vi desde la ventana cómo esa misma silueta
             Era un día normal. Mi madre entró a mi cuarto  negra soltaba un fósforo y cómo la habitación se
           a las 8:56 a.m. del 13 de agosto. Vino con un vaso  encendía.
           de agua en la mano. Yo vestía                                        El humo era muy  fuerte,
           un pijama  a rayas. Ella,  al            SENTÍ UN                  empecé  a sentir mis pulmones
           intentar despertarme, perdió el   HORRIBLE OLOR                    muriendo      lentamente,    mi
           equilibrio y se cayó. El agua se                                   cuerpo ya no daba  más, pero
           desparramó y el vaso de vidrio      A GASOLINA Y                   antes  de que mis ojos azules
           se quebró  en pedazos. Todo        LUEGO VI CÓMO                   se cerraran, vi a un hombre
           sucedió en cámara lenta.                                           entrando al salón. Me miró
                                                 ESA SILUETA                  con desprecio y me mostró esa
             La ayudé a pararse y oí esa         SOLTABA UN                   horrible  sonrisa, la misma que
           frase que hasta hoy retumba             FÓSFORO.                   me muestra cada mañana.
           en mi cabeza:
                                                                                Miro la hora y son las diez de
             — Creo que lo mejor es que no vayas, sabes, está  la  noche, cómo pude perderme tanto en mis
           lloviendo y has trabajo muy duro últimamente  pensamientos. Fue demasiado por hoy: primero
           y…                                                 él y luego ese recuerdo, lo mejor es que me vaya
                                                              a la cama.
             — Tengo  que ir, no te preocupes, volveré
           pronto —le dije, dibujando la sonrisa más fingida    Vuelvo a mirar la hora. Once. Cómo pasa el
           que jamás había hecho.                             tiempo, cierro los ojos y me quedo profundamente
                                                              dormida.
             Le dije que  pronto bajaría  a desayunar.  En
           realidad  no quería  ir, pero si no  lo  hacía,  ella   Abro los ojos, miro el despertador, por qué no
           sabría lo que estaba sucediendo.                   sonó, me pregunto. Mis ojos no creen lo que ven,
                                                              no es real... no puede.
             Sentía un ligero aroma  a lavanda  en el
           aire,  sabía  que debía  apurarme. Terminé de        Son exactamente las 8:56 a.m.  del día 13 de
           desayunar y me fui.  Mi casa no estaba muy lejos  agosto. Una señora entra con un vaso de agua
           de la facultad, así que corrí.                     en la mano, veo cómo el vaso se rompe, el agua
                                                              se derrama, y ella se cae.
             Cuando llegué, fue  todo muy  parecido al
           día anterior: miradas, algunos empujones, risas      Ella me mira y me dice:
           y algunas críticas. Ahora que lo pienso, no era
           muy diferente de lo que vivo actualmente. Pero       —  Creo que  lo mejor es  que  hoy no vayas,
           bueno, ya eran las 9:30 a.m… Entré a mi clase y  sabes, está  lloviendo y has trabajo muy  duro
           por alguna razon no había nadie.                   últimamente y…





                                                                            UN DÍA PARA RECORDAR            43
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