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Foto de Janko Ferlic / Stocksnap.io

UN ARTÍCULO DE
LIA MOLINA

ran la tres de la tarde de un fin de semana,
hace exactamente un año. Yo estaba
Eregresando a mi casa, en Cusco, cuando un
perro comenzó a ladrarle a un señor. El hombre
estaba en estado de ebriedad y le gritaba molesto.
De pronto, se cansó de los ladridos y empezó a
pegar al animalito. Me quedé paralizada.

No sabía qué hacer. Temía que si salía en defensa
del perro, ese hombre podría lastimarme, así que
me fui corriendo. Pero luego de unos minutos me
puse triste, porque dejé al perro indefenso y yo
no pude hacer nada.

Los casos de maltrato animal se dan a diario
en Cusco, y en general, en el país y en todo el
mundo. La gente maltrata a los animales a
golpes, matándolos de hambre, los abandona en
las calles o los cría únicamente para reproducción.
En estos últimos casos, suelen mantener a las
hembras encerradas y en pésimas condiciones
para que produzcan una gran cantidad de crías,
que luego sirvan como mercancía, una y otra
vez, sin descanso.

Según cifras de la organización “Voz Animal”,
solo a nivel nacional se calcula que existen más
de 6 millones de perros abandonados a su suerte,
lo que los hace más propensos a todo tipo de
abusos.

En Cusco, la explotación también se refleja
en los animales de campo, ya sea en burros,
caballos, vacas o toros. Se dice que estos
animales nacieron para hacer trabajos de carga,
sin embargo, algunas personas se aprovechan de
eso y sobreexigen a los animales más allá de sus
posibilidades.
MALTRATO ANIMAL! parte de algunos jóvenes e incluso adultos es

Otra práctica muy común en esta región por

atar cohetecillos al cuerpo de perros o gatos y
hacerlos explotar. Lamentablemente, esto existe
y se hace aquí en Perú. ¿Quiénes son entonces
menos humanos?

UN DÍA PARA RECORDAR 19